Tegucigalpa.-Comayagua
recuperó su condición de capital hondureña desde el inicio de los
festejos de la Semana Santa y hasta hoy ante la afluencia de miles de
turistas a los templos y plazas de esa metrópoli.
Visitantes europeos, centroamericanos,
de otros países y de este país abarrotaron las avenidas principales
durante los días feriados y manifestaron su admiración por la riqueza
cultural y religiosa de la ciudad, refiere el periódico La Tribuna.
Cientos de ellos se mezclaron con los
lugareños en las procesiones católicas realizadas en estas jornadas, al
mismo tiempo que contemplaron la elaboración de medio centenar de las
tradicionales alfombras en la otrora capital hondureña.
Esos tapices, de diversos tamaños y
diseños, son verdaderas obras de arte elaboradas con aserrín teñido y
otros materiales ecológicos, como semillas, flores, o fibras, explica la
publicación.
La concurrencia mayor se registró
durante la procesión del Silencio del Jueves Santo, iniciada desde la
iglesia La Merced, y la del Viernes Santo, comenzada desde la de San
Francisco.
Los participantes en estas marchas
religiosas apreciaron esas creaciones entre las cuales sobresalió una
alfombra de amplias dimensiones, exhibida cerca del costado derecho de
la catedral.
El buen clima propició la realización de
las actividades programadas con motivo de la Semana Santa y en
particular, del homenaje al obispo Bernardino Mazarella y a su llegada a
la diócesis, el 10 de marzo de 1965.
Comayagua recobró su condición de
provincia eclesiástica en esa fecha y ello coincidió con la elaboración
pública de la primera alfombra por parte de artesanos locales.
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